jueves, 7 de julio de 2016

El callejón de la Soledad, leyenda popular cartagenera

La soledad era compartida en el pequeño callejón del antiguo barrio de pescadores...
Construido siglo a siglo sobre el Teatro Romano.
la Soledad...



 Allí, en escondidas calles a pocos metros de la Cuesta de la Baronesa, entre velas, flores, y fe, una joven de mirada perdida se acerca al cuadro de la Virgen. ¿Pero acaso puede compartirse la soledad? el lugar donde se prometieron amor eterno... Pero partió su amado a la guerra en el norte de África en 1921 con la promesa de volver y estar siempre juntos, y esperando su regreso todos los días rezaba ante aquel antiguo cuadro de la Virgen de la Soledad, el que protegía desde el s. XVI a los que oraban ante él. Todos los días volvía, todos los días pedía en su rezo…  “que cumpla su promesa de volver, y el día que ante ti, Virgen de la Soledad, dijo encontrarse conmigo, estemos los dos aquí juntos…”,  sus manos se entrelazaban, y de sus labios nacía la plegaria.



          Las noticias no llegaban y el día del encuentro, cuando llegaron los barcos trayendo de vuelta a los soldados... no aparecía y en el desconcierto de ver  perdida su esperanza, dirigió su camino al callejón de la Soledad,  a esperarlo, a esperar su ausencia.....



 Cuentan que ya sin sol un rostro pálido sonreía…era él, surgió como de la nada a la hora fijada, con una mano en el pecho y la promesa cumplida, pero estaba tan pálido…su mano ardía…



         Al volver a casa ella encontró una carta. Su novio había muerto en la batalla, una bala le atravesó el corazón.



         Los días no pasaban, no al menos para ella,
 desde que su alma paró con una carta entre las manos.



Callejón de la Soledad (Cartagena)


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