lunes, 10 de octubre de 2016

Grandes proezas, Escipión y su marcha relámpago a Qart Hadasht.



''marcha relámpago''


Nos situamos en el marco de la Segunda Guerra Púnica y a diferencia de lo sucedido durante el primer enfrentamiento, en la primera guerra Púnica, entre estos dos colosos Roma y Cartago, en esta ocasión los cartagineses habían pasado al ataque.

Aníbal había decidido atacar a los romanos en su territorio, y lo había logrado tras culminar la gesta de atravesar con sus elefantes los Pirineos y los Alpes. Después había derrotado a los romanos cada vez que se había enfrentado a ellos. Las batallas de Tesino, Trebia, Trasimeno… Cannas (216-209 a.C.) y Roma no podía con él.

El púnico, incluso, había tenido oportunidad de poner asedio a Roma.


``Aníbal At portas de Roma´´211 a.C.


izq. Aníbal cruzando los Alpes
derch. Escipión y su marcha de 7 días

EL TURNO DE ESCIPION

Pero hablando de grandes gestas he aquí una nacida del contraataque romano en el curso de la Segunda Guerra Púnica en la península ibérica, que se convirtió en un escenario fundamental de la contienda, y uno de sus hitos principales fue la toma por el general Escipión, en el año 209 a. C., de la ciudad de Qart Hadasht rebautizándola como Carthago Nova (actual Cartagena), que hasta entonces había sido cabeza del esfuerzo cartaginés en la península. Su conquista supuso un gran revés para Cartago y facilitó la expulsión de los púnicos de Hispania, hay quien afirma y defiende firmemente que con la toma de Cartagena, se salvó Roma, pese a que quedaban aún varios años de guerra pero su importancia fue enorme.
Base principal de operaciones de Cartago en Iberia, lugar de donde partió Aníbal con sus elefantes en su célebre expedición a Italia, que le llevaría a cruzar los Alpes, y fuente principal de abastecimiento de plata, procedente de las minas de Cartagena para el sostenimiento del ejército.





Escipión lo sabia, la familia Cornelia era de la opinión de que la mejor defensa era un buen ataque, y que había que llevar la guerra a Hispania, primero, y a África después.


Los hechos demostraron que los Cornelios tenían razón. En este empeño murieron su padre y su tío, en Hispania, tras poner en serios apuros a los púnicos, y en este empeño triunfó, por fin, el joven Escipión.


Guerra en Hispania


Convencido de su plan, Publio Cornelio Escipión llegó a Hispania en el verano del año 210 a.C. al mando de 10.000 infantes y 1.000 jinetes, y pasó el invierno organizando su ejército en Tarraco (Tarragona), estimándose sus fuerzas totales en 30.000 infantes, 3.000 jinetes y 35 barcos, al tiempo que organizaba el ataque sobre Cartagena.




Escipión no perdió el tiempo. 

En la primavera del 209 a.C., Escipión partió de Tarraco a Sagunto, en dirección a Cartago Nova (Cartagena), puso la flota bajo mando de su amigo Cayo Lelio, a quién confió sus planes y ordenó que viajara con la flota hacia Cartago Nova. Mientras el joven general,  él mismo se puso al frente de las fuerzas de tierra y avanzó hacia el sur a marchas forzadas. Avanzó con 25.000 infantes y 2.500 jinetes (de estas fuerzas 5.000 era aliados hispanos).

Escipión sabía que todo debía hacerse con la máxima celeridad y eficacia posibles. Tenía que viajar y tomar Qart Hadasht antes de alguno de los ejércitos enemigos se enterase del ataque. Si los cartagineses llegaban a tiempo en auxilio de Cartago Nova, el plan de Escipión fracasaría. Y eso no podía suceder.



Rojo:Cartagineses
Azul:Romanos

En Iberia sus enemigos eran tres generales cartagineses y cada uno de ellos contaba con un ejército similar en número al que tenía nuestro protagonista.





Asdrúbal Barca que estaba en el centro de la península en la Carpetania, Magón Barca que estaba en el sur cerca de Gibraltar y Asdrúbal Giscón en Lusitania cerca de la desembocadura del río Tagus (hoy Tajo). Por tanto, al sur del Ebro los cartagineses controlaban toda la península, las tropas púnicas rondarían los 60.000 hombres y los tres generales y sus ejercitos se encontraban a más de 10 días de marcha de Cartagena.


íberos scutati
Mercenarios cartagineses: Izquierda de pie infante libio, de rodillas infante turdetano y celtibero, jinete númida y jinete galo.
 A la derecha infante sammita, jinete campano e infante lucano.


A marchas forzadas rumbo a Qart hadasht.

Se puede pensar que al estar los ejércitos púnicos separados, Escipión podía haberlos atacado por separado. Quizá otro militar hubiese actuado así, pero el joven general demostró desde el principio que estaba hecho de otra pasta. Porque su primer objetivo en Hispania era ambicioso y arriesgado: quería tomar Qart Hadasht.

Por eso los romanos marcharon hacia Cartago Nova con especial rapidez. Solo tardaron siete días en llegar a las puertas de la ciudad, así que lo lógico es que pensar que la expedición partió desde la ciudad de Sagunto. Desde allí hasta Qart Hadasht la distancia era de unos 300 kilómetros.


Una marcha relámpago 300 kilómetros en 7 días.

Avanzó rápidamente por tierra el ejercito, y por mar la flota que posiblemente llevaba los pertrechos para que las legiones fuesen más ligeras. Ambos progresaban al mismo ritmo pues debían converger por sorpresa sobre el objetivo.



En siete días los romanos partieron de Sagunto y se plantaron ante Cartago Nova (300), Es cierto que este ritmo implicaría que aquellos hombres recorrieron una distancia diaria media de unos 64 km, y como muchos autores han remarcado se trataría de una hazaña atlética digna del mismo Hércules, que impresionó incluso a los contemporáneos.

Esta "marcha relámpago" de las legiones de Escipión sobre Cartagena, puede no darse tanta mención ya que ha sido tradicionalmente objeto de controversia, habiendo quien da esa cifra por espuria o exagerada, considerando imposible realizar en tan breve tiempo el traslado de un ejército a lo largo de tan gran distancia.
Los historiadores Polibio y Tito Livio afirman que la marcha duró siete días (Pol. X.9.7; Liv. XXVI.42.6), a marchas forzadas, sabiendo que había en la península tres ejércitos púnicos, en conjunto muy superiores al suyo.




PROYECTO DE ARQUEOLOGÍA EXPERIMENTAL VIA SCIPIONIS: TRAS LOS PASOS DE ESCIPIÓN EL AFRICANO


El proyecto de Via Scipionis consiste en recrear la marcha de las tropas de Publio Cornelio Escipión desde su salida de la actual Amposta hasta la toma de la ciudad de Cartago Nova. Se trata de un proyecto totalmente innovador y pionero en la Península Ibérica.

Un proyecto en el que se hermanan arqueología experimental, recreación histórica, turismo y fines benéficos, totalmente innovador y pionero en la Península Ibérica. Integrado dentro de una propuesta turística y cultural de alcance internacional denominada VIA ANNIBALICA, su objetivo consiste en recorrer ese mismo camino a pie, caracterizados de época como tropas romanas republicanas y auxiliares, reproduciendo la vida de un grupo de legionarios republicanos del s. III a. C. en marcha.

La VIA SCIPIONIS fue finalmente realizada por ocho voluntarios, el equivalente a la unidad mínima de la legión republicana (el contubernium), entre los que había arqueólogos, historiadores, estudiantes y aficionados. Contando con la colaboración de los grupos de recreación histórica Evocati Apri Scipioni y Ibercalafell, iban caracterizados de la época como legionarios romanos (centurión, veles, hastatus, princeps y triarius).


El día de inicio fue el 3 de agosto de 2015, con la salida desde Amposta, lugar donde se encontraba el campamento de Nova Classis. La llegada a Cartagena, el día 17 de agosto.
Recreacion incluyendo la dieta que fue diseñada especialmente para la VIA SCIPIONIS por uno de los miembros del grupo en base a la documentación escrita disponible. La base, por su puesto, era el cereal, en forma de bucellatum, un pan ácimo que no se deteriora con el tiempo, pero también en forma de gachas para la cena. Complementada con abundantes frutos secos, fruta, legumbres, queso y algo de carne, sobre todo cerdo mas los frutos en marcha, tales como higos, moras o algarrobas, haciendo en cierto modo honor a la clásica cita de Catón el Viejo: bellum se ipsum alet (la guerra se alimenta a sí misma). Por lo que respecta al líquido, tanto agua como posca, una mezcla de vino avinagrado con agua.



Enlaces proyecto:



Además, esta iniciativa servirá como base para un riguroso estudio científico de arqueología experimental relacionado con la logística, el desgaste material y personal que será publicado en el futuro. Paralelamente, tambien destacar la intención de utilizar la VIA SCIPIONIS con fines benéficos y poder recaudar fondos para “Educo” (www.educo.org), una ONG global de cooperación para el desarrollo nacida de la fusión de “Intervida” y “Educación sin Fronteras”.
la propuesta de la VIA SCIPIONIS no pretendía igualar la hazaña si no simplemente estudiar las legiones republicanas en marcha. Por esta razón, se dividieron los tramos en distancias que pudieran ser asumidas diariamente sin llegar a la extenuación crítica de los participantes, por ello la distancia a recorrer será de más de 450 km. en un plazo de 15 días, es decir, una media de unos 30 km.
Tras el desarrollo, consideran el hecho histórico posible y que sigue siendo una marcha plausible, teniendo en cuenta que se trató de un hecho excepcional. 

Roma contra las cuerdas por Aníbal, tres ejércitos púnicos en Iberia que podían interceptarle o en caso de llegar en auxilio a Qart Hadast fracasar en la difícil empresa... Si fue una gran gesta y posible teniendo en cuenta todos los factores y circunstancias.
Además, no hay que olvidar el apoyo logístico que el ejército recibió de la flota comandada por Cayo Lelio, que navegaba en paralelo al avance terrestre, preparada para proveer con suministros las tropas de tierra o facilitar su evacuación en caso de un ataque enemigo. Su presencia habría permitido aligerar al máximo el equipo portado por los legionarios, disminuyendo sensiblemente su carga, y al mismo tiempo desatender distintas tareas de carácter logístico, con lo que toda la atención se centraría en la marcha.

En definitiva,  si un grupo de voluntarios sin un entrenamiento físico específico previo y que usaron por primera vez calzado histórico con suela plana fueron capaces de hacerlo en 15 días, ¿por qué no debería serlo un ejército acostumbrado a las largas marchas y formado en gran parte por tropas veteranas con casi 10 años ininterrumpidos de milicia a sus espaldas?



Los 7 días de Escipión... marcha a Qart hadast.








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